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El linguista Noam Chomsky elaboró una lista de "10 Estrategias de Manipulación" que se están utilizando a través de los medios y los mensajes que recibimos en nuestra sociedad. Estas estrategias tienen un objetivo, unos efectos en nosotros e inciden en nuestra percepción de ver la realidad directamente. Cada una de ellas entronca con una parte de nosotros, y afortunadamente podemos liberarnos desde una comprensión mucho más definida de nosotros y desde la percepción y comprensión de cada una de esas estrategias de manipulación.
PRIMERA: LA ESTRATEGIA DE LA DISTRACCION.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar nuestra atención de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir
al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, de la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. En definitiva, consiste en mantener nuestra atención lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantenernos ocupados, ocupados, ocupados, sin ningún tiempo para pensar.
Esta primera estrategia incide directamente en nuestra creencia desde el racional de que sabemos, simplemente porque lo estamos viendo en nuestra sala. "Hay que estar informados" nos dicen una y otra vez; y, como siempre, no hay peor mentira que una verdad a medias. Por supuesto hay que estar informados, pero yo te pregunto: ¿realmente conoces lo que pasa en Siria o en Libia? ¿o sólo conoces el enfoque que estás viendo por televisión? Esto nos da una creencia: la creencia de que sabemos. Tal vez conocemos un punto de vista de lo que está ocurriendo, pero no conocemos la realidad. Primero porque no tenemos la experiencia, sólo a través de la experiencia podemos comprender y conocer la situación; segundo, porque sólo conocemos un enfoque de esa situación, el enfoque que nos están dando.
Con la idea de que "hay que estar informados" nos bombardean con todo tipo de informaciones, la mayoría de las cuales no tienen ningún tipo de interés para nosotros. Habitualmente conectan con nuestros miedos, con nuestras angustias y con nuestro morbo. Somos espectadores impotentes de situaciones que en el mejor de los casos se tergiversan porque sólo se percibe un enfoque y en el peor de los casos porque hay una intención completa de que llegue a nosotros totalmente manipulada.
Ante esta situación, ve la televisión, escucha la radio, lee periódicos, pero ten una actitud crítica. Funciona como si estuvieras entre dos personas que se encuentran en conflicto. Una de ellas te cuenta lo que ha ocurrido, la otra no está. Aunque sea tu hijo, tu pareja o tu madre, considera que lo que te está contando es un enfoque de la realidad. Para llegar a una conclusión, necesitas la otra versión. Y, para poder llegar más cerca de la realidad hubieras tenido que estar allí: percibir la escena (y digo percibir no sólo ver. Es decir, ver, observar y sentir en tu interior lo que esa escena te está comunicando a otros niveles). Te quiero decir con todo esto, que las informaciones que recibimos a través de los medios de comunicación llegan a nuestro centro racional y necesitamos tener en cuenta esto.
La otra consideración que hace Chomsky es que la técnica de la distracción consiste en mantenernos alejados de los verdaderos problemas, manteniéndonos ocupados continuamente sin tiempo para pensar.
Es cierto. Actualmente en nuestra sociedad, lo que prima es la falta de tiempo para nosotros. Vale, tenemos las vacaciones "qué maravilla". Pero lo que necesitamos es un tiempo nuestro diariamente. Desde aquí te invito a que leas Momo de Michael Ende. Hemos vendido nuestro tiempo a los hombres grises a cambio de una sociedad de mejora, de bienestar que se ha convertido en humo y desaparece ante nuestros ojos. Ahora no hay tiempo. Curiosamente no hay tiempo para estar con nosotros mismos, para estar con los nuestros. No hay tiempo para reflexionar sobre nuestras vidas, para pensar, para sentir, para amar y relacionarnos con armonía. El estrés es una de nuestras grandes enfermedades. Desde la medicina no se le está dando la importancia adecuada. Vivimos en una continua tensión que se manifiesta en contracciones, ansiedad, depresión. Vivimos como si estuviésemos en peligro continuo.
Tengo que hacer, tengo que hacer, tengo que hacer..... Ese es nuestro mantra. Y no nos damos cuenta que mientras pensamos "tengo que hacer, tengo que hacer", nos decimos, "no tengo que pensar, no tengo que pensar". De todas formas no importa si no pienso, ya lo hacen otros por mí ¿no? Así que me siento a ver la tele, y dejo que las imágenes y las palabras me lleguen. Por ahora he conseguido mi pequeña dosis del día, por ahora no tengo que pensar ni reflexionar sobre mi vida, por ahora desconecto de mi centro emocional y mi centro instintivo. No puedo permitirme pensar sobre mi mismo, pero menos sentir lo que me dice el cuerpo. Estoy informado, y me enfado con los políticos, con la patronal, con la sociedad y con el mundo, porque en última instancia estoy enfadado conmigo mismo porque la vida que llevo no me da la satisfacción que necesito porque no tengo tiempo. Hay que sacar una familia adelante, hay que continuar en el mismo trabajo porque no hay otro, hay que "irse de vacaciones" para descansar y disfrutar, hay que pagar las actividades extraescolares de los niños, hay que comprar un coche nuevo, hay que....hay que.... y ¿cómo voy a tener tiempo?
Vale, vives en una trampa. Tal vez en este momento no puedes salir de ella, pero sí puedes modificarla. Apaga la televisión. Siéntate con los tuyos o solo si vives solo. Piensa en tí, en tu día, en lo que has hecho o no has hecho, cómo te has sentido, cómo has actuado, a dónde te ha llevado. Esa información es muchísimo más importante para ti que cualquier cosa que ocurra en el mundo. Además es información real de ti mismo. Luego ya te enterarás de lo que ocurre en el mundo; ahora, siéntete en tu vida. Conecta con los tuyos, un tiempo de estar con los tuyos, de compartir, de unirse, de sentir que formas parte de un grupo. Bien, recibe la información más importante cada día: la de pertenencia y la de sentido. Después, busca un tema que te interese: psicología, ciencia, astronomía, filosofía, tecnología, biología, mecánica o cocina, lo que sea que te interese. Compra algunos libros, fomenta la inquietud por ese tema. Ayuda a tus hijos o los que te rodean a fomentar también los suyos. Sigues en la trampa, pero empiezas a focalizar a otro punto. Este es el inicio para dar un paso hacia su salida.
Te diré una cosa: todos nosotros para sentirnos satisfechos necesitamos sentirnos útiles, tener un objetivo. La mayor parte de los trabajos que se realizan no tienen esa característica. Si trabajas en una cadena de producción tal vez te sientas frustrado. Es el típico trabajo en el que la sensación de ser útil desaparece, es rutinario y monótono y parece no tener ningún sentido; sólo te da dinero para vivir. Bueno, empieza pensando que eso ya es algo. Pero no te creas que si fueses médico tendrías otra sensación. Un médico se puede sentir mucho más útil ¿verdad? Pero desafortunadamente la mayoría de los médicos no tienen esa sensación. Depende de dónde trabajen. Un médico de la Seguridad Social o de Osakidetza se encuentra como en una cadena de producción. En vez de venirle en la cadena de montaje una pieza le vienen personas, pero esa es la diferencia. No tiene el sentido de ser útil porque la producción también ha llegado a la medicina. Tal es así que al final te ven como una enfermedad, no hay relación humana, sólo una enfermedad que ha llegado. No hay conexión humana, y eso también genera un sentimiento de inutilidad. Los profesores, podrían sentirse muy útiles, pero el sistema los embarca en una mera producción de conocimientos, en los que se evalúa y punto. Listo para el siguiente curso. Este está defectuoso, hay que volver a replantearlo. Lo sacamos de la cadena y a ver si hay posibilidad de reparación.
Es el sistema de producción el que hace que nos sintamos inútiles, porque lo mecaniza y lo automatiza todo. Para sentirte útil y con ello satisfecho en tu vida, necesitas hacer algo distinto sea cual sea tu trabajo. Y lo más adecuado es buscar la relación. La relación afectiva con las personas de tu trabajo. Cooperación, comprensión y empatía. Te pasas un montón de horas en tu trabajo, sea el que sea, y necesitas sentir que lo que haces sirve para algo. Tu satisfacción depende de este sentimiento.
Seguiré hablándote de las estrategias de manipulación de Chomsky.
Hasta la próxima.
Que la luz de tu corazón guíe tu camino.
Elenka
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