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Hoy he tenido un sueño de los que se pueden llamar raros. Me encontraba en un garaje y había un grupo de unas veintitantas personas que estaban reunidas en círculo. Todo el mundo estaba muy serio y parecía que esperaba algo. Yo me senté en una de las sillas que había vacías y esperé con ellos. Miraba a las personas que estaban allí y me di cuenta de que todas ellas miraban al frente casi como estatuas. Yo me impacientaba porque sabía que algo había que hacer y nadie parecía moverse.
Después de un tiempo, me levanté incapaz de esperar más y empecé a dar vueltas por el círculo. Un chico moreno me miró y me dijo: "Eso no puedes hacerlo. Tienes que sentarte y esperar". Yo, como no podía estarme quieta, seguí dando vueltas por el círculo. De pronto se abrió una puerta y una sombra entró. Era alguien muy alto o por lo menos a mí me lo parecía. Llegó hasta el círculo y ví que su cara seguía en la sombra. Las personas que estaban sentadas se movieron un poco pero seguían mirando al frente. Yo, cosa del hábito, le miré a los ojos y lo que vi fueron unos ojos profundos pero que no me gustaban. De alguna forma pude ver que el hombre me sonreía y dijo: "Si no te sientas y te estás quieta, tienes que irte de aquí. Yo quiero a todos sentados". Y le dije: "Entonces me voy". Algunos me miraron con sorpresa pero nadie dijo nada, y yo me fui por otra puerta que estaba enfrente de la que había entrado el hombre alto.
Cuando salí, vi un jardín precioso lleno de luz y pensé: "Qué harán esos ahí, tan a oscuras, pudiendo estar aquí en el jardín". Dejé que el sol me calentase y me puse a pasear y mientras lo hacía me di cuenta de que aquellas personas no sabían de la existencia de ese jardín. Estaban quietos, sentados y sin comunicarse, luego sé que han pasado otras cosas, pero lo que más recuerdo es este sueño.
Bien, las personas que ya han trabajado con la sintonización axial, y se han hecho una idea de cómo se desarrollan estos cambios de información dentro de nosotros, ya se habrán dado cuenta de que este sueño, como tantos otros, es una información de mi estado y un cambio de información en cuanto a mi postura. Está claro que hay algo dentro de mi, profundo y en la sombra (el hombre alto) que quiere el control y la inmovilidad de diversos aspectos. No te puedo decir desde cuándo está y cuál es su origen, no he llegado a ello, lo que sí sé es que está. Las personas que están sentadas e inmóviles hablan de la inmovilidad de algunos aspectos de mí misma, controlados por el hombre alto. Mi actitud no es la de la inmovilidad, sino la del movimiento. Veo al hombre alto y me voy. Cuando salgo de ahí el jardín y el sol me dicen que es la vitalidad y la vida. Salgo a ellos y cuando me da el sol, el calor de la vida, puedo moverme y puedo darme cuenta de que las personas que están allá no conocen esta vida. Siempre están en el garaje esperando al que controla. Lo importante del sueño es mi "rebeldía" , mi elección de salir y encontrarme en el jardín. Es el cambio de información que ocurre en mi inconsciente.
Los sueños son cambios de información que se dan en nosotros. Son sintonizaciones para llegar al cambio y a la solución de los problemas. Cuando nuestro centro racional se relaja, los pensamientos conscientes bajan de intensidad, tomamos cierta conciencia de la actividad de nuestros otros dos centros: el emocional y el instintivo en la búsqueda de soluciones a determinados conflictos internos. Tanto el instintivo como el emocional buscan la sintonización para llegar a esos conflictos y cambiarlos. No es que busquen la resolución de los conflictos externos, sino que lo que ocurre fuera de nosotros pone de manifiesto el conflicto interior. Cuando bajamos las barreras del miedo virtual, podemos tomar conciencia de ello y esto suele ocurrir en los sueños.
Todo esto se produce con procesos de los que llamamos inconscientes. Nuestro inconsciente tiene un lenguaje simbólico, peculiar, es atemporal, y suele llevar distintos niveles de información. Para nuestro racional no tiene ningún sentido, porque al inconsciente no lo rige la lógica formal. En el trabajo de sintonización axial utilizamos ese lenguaje porque conectamos con esos procesos inconscientes. Este trabajo es como soñar despierto y nunca mejor dicho. Pero curiosamente siempre hemos considerado nuestros sueños como la parte irreal de nosotros y nuestro consciente y racional como la parte real de nosotros. Este trabajo y los mismos sueños nos dicen exactamente lo contrario: en muchas, muchísimas ocasiones, nuestro racional es la parte más irreal de nosotros y son nuestros sueños y nuestro inconsciente el que nos habla y nos informa de nuestra realidad.
Considera este punto, y a partir de ahora, cuando recuerdes un sueño no digas: "¡qué tontería he soñado hoy!" sólo porque no le encuentres una lógica. Empieza a considerar que has recibido una información real e importante de ti mismo, incluso que sin tener conciencia de ello, has cambiado tu información. Nuestros sueños no son tonterías; son acercamientos a nuestra realidad más profunda que es necesario tener muy en cuenta.
Hasta la próxima.
Que la luz de tu corazón guíe tu camino.
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