Hola. Bienvenid@
En una novela que he leido recientemente, su autor, Stephen King, cuando habla de procesos inconscientes se refiere a ellos como "los chicos del sótano". Me encantó esta referencia. Así pues hoy te quiero hablar de ellos, "los chicos del sótano".
Realmente podemos pensar muchas cosas de nosotros. Podemos imaginar qué haríamos si ocurriese esto o aquello, incluso ante una situación en la que estamos viviendo queremos hacer algo determinado; pero si no tenemos en cuenta a estos "chicos" nos damos cuenta de que todo aquello que pensamos que queremos o que pensamos que podríamos realizar se queda en "agua de borrajas". Bueno, sí, tal vez podamos encerrarlos allí en el sótano durante un tiempo y realizar aquello que teníamos proyectado hacer, pero de pronto aparecen bastante enfadados y te echan la bronca poniéndote la casa patas arriba, boicoteándote dejandote por ejemplo sin luz o sin calefacción. Ellos son los que saben y no hay nada más que decir.
Conocí a una persona que tenía un centro. Esta persona estaba muy interesada en conocer cosas nuevas, en llevarlas a su centro, en promover la difusión de nuevas terapias, ideas, conceptos, etc. Sin embargo, cuando me entrevisté con ella, "los chicos de su sótano" hicieron aparición. Por un lado hablaba de su interés; por el otro, hablaba de su imposibilidad: "abrir campos es muy difícil", "quiero saber exactamente (de una forma racional) cuál es tu propuesta", "esta ciudad es muy difícil", "igual es mejor empezar por unas consultas, a ver qué tipo de respuesta hay...." Le invité a uno de mis grupos para que conociera a través de la experiencia lo que hacíamos, y entonces ocurrió que "bueno, será difícil, ando sin tiempo".
Resultado: en su centro se desarrollan actividades ya conocidas y que tienen una cierta repercusión social. Nada novedoso y original. Esto no es malo; cada uno con su negocio hace lo que le viene en gana; lo insano para esa persona es no darse cuenta de su contradicción; no darse cuenta de lo que le dicen "sus chicos".
"Los chicos del sótano" son los encargados de manifestar aquello que uno desea. Imagina que estás un poco enfadado con un amigo. Le llamas para decirle que quieres hablar con él. Imaginas la escena y en tu cabeza le dices aquello que quieres decirle y cómo se lo quieres decir. Cuando le ves, empiezas a hablar como tenías proyectado y con serenidad le dices qué es lo que te ha afectado. Pero en un momento determinado de la conversación le sueltas una carga que ni la bomba de Hiroshima. Esos son los "chicos del sótano". No les has escuchado y a ellos les importa un bledo. Hacen lo que en realidad quieres hacer, que es soltar la carga. Si les hubieras prestado atención, seguramente te habrías dado cuenta de lo enfadado que estabas, lo habrías vivido y te habrías hecho responsable de tu enfado. Esta misma acción baja los niveles de ira hacia tu amigo, no hubiera hecho falta la carga de ametralladora.
En el ejemplo anterior, si esta persona escuchase a "sus chicos" se daría cuenta de qué es lo que en realidad está queriendo. Es ella misma la que se cierra a lo nuevo; la que por la información que sea, tiene miedo de lo nuevo. En vez de escuchar y darse cuenta de la comunicación "de sus chicos", echa balones para afuera convirtiendo sus miedos en una realidad externa.
Y esto me lleva a la pregunta ¿cómo podemos darnos cuenta de lo que "los chicos del sótano" nos están diciendo?
Bien, mira a tu alrededor; observa tu vida, observa tus circunstancias, tus situaciones. Esos son los grandes mensajes de "tus chicos". Ellos están desde tu inicio; te puedes engañar a ti mismo pensando esto o lo otro, pero a ellos no los engañas, conocen tus entresijos. Son los encargados de guardar todos los cachivaches y cosas viejas que quieres guardar; son los encargados de mantener o apagar la caldera; son los que saben que todavía tienes cosas embaladas y que no usas; los que controlan el panel general de la electricidad, incluso son los que tienen las cajas de herramientas que en algún momento puedes utilizar. En realidad ellos están al servicio de la información, y son los que te llaman para que pongas atención a aquello que no está funcionando. Es a ellos a los que tienes que dirigirte para arreglar algo o para tirar algo a la basura.
Querer hacer como que no están es un error que va en tu contra. Me he encontrado en muchas ocasiones con personas que dicen que quieren cambiar de trabajo.
Algunas sólo lo dicen pero no se mueven para hacerlo y cuando se lo indicas contestan: "Ya, pero ahora están muy mal las cosas", "sí, pero es que todavía no estoy preparado y tengo que prepararme más y no tengo tiempo". Resultado: no cambian de trabajo (los chicos del sótano).
Otras, dan pasos para ese cambio. Conocí a una persona que quería sacarse unas oposiciones. Estudió durante un año con ahínco; incluso se apuntó en una zona en la que era más sencillo sacarse las oposiciones. Fue allí, y el día del examen ¡se durmió! Muchas personas ven sus pasos fallidos, y se echan las manos a la cabeza y se tiran de los pelos diciéndose "qué mala suerte". Bueno, no es una cuestión de suerte, son los chicos del sótano.
Así pues mira lo que no estás consiguiendo, lo que quieres cambiar y no puedes y date cuenta del mensaje de "los chicos del sótano". Hazles caso, escúchalos y te darás cuenta de cuál es tu situación interior. Sólo así podrás realizar los cambios que necesites porque cuando hablas con "los chicos del sótano" ellos te dicen que algo ahí no está en condiciones, qué es lo que falta, qué es lo que sobra, o que todo va bien.
Hasta la próxima.
Que la luz de tu corazón guíe tu camino.
Elenka
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