11 de junio de 2011

Bienvenid@.
En el post Acceso a la Información, Anónimo dijo:

"Tengo dudas con esto que llamas información.He visto también la entrevista, y se dice algo como que se crea un banco de memorias , es decir que todo lo que pasa en el planeta queda registrado en un "campo"y que todos podemos acceder a ese campo.Eso significa entonces que podemos saber cualquier cosa que preguntemos sobre cualquier persona , o sólo podemos saber sobre nuestra vida.
Y en caso de que esto de acceder a la información libremente fuera cierto para cualquier pregunta que yo haga .. se podría utilizar para encontrar personas desaparecidas por ejemplo?
Cosas prácticas quiero decir...la verdad es que me cuesta creerlo"

Antes de responderte, darte las gracias por tu comentario.

También quiero decirte que es normal que te cueste creerlo. Toda la vida, durante generaciones y generaciones, a la humanidad se le ha enseñado que no sabe, que no puede y que no tiene autoridad para conocer. Sólo unos pocos elegidos son los que la tienen, los que conocen y los que tienen "línea directa". Así que ahora, conectamos con esa idea y con esa pulsión. YO NO PUEDO. ES IMPOSIBLE QUE YO PUEDA SABER, ES IMPOSIBLE QUE YO TENGA ESA CAPACIDAD.  Y ocurre esto porque de alguna forma me libera, aunque es una libertad ficticia, ya que dejo en manos de otros mi responsabilidad. Sin embargo todos nosotros hemos vivenciado y experimentado esa conexión, pero le restamos importancia porque "es imposible", así que preferimos ir "Al que sabe", "al elegido" para que nos diga qué debemos hacer con nuestra vida. Así que cuando alguien nos dice que no existen elegidos, que lo que hace uno lo podemos hacer nosotros, entonces algo se perturba en nuestro interior y es comprensible. 

Lo primero que se perturba es la imagen que tenemos de nosotros mismos. Esta es una imagen basada en nuestra incapacidad. Desde pequeños nos dicen: "tú no sabes, yo te enseño". Y bueno, no hay peor mentira que una verdad a medias, porque es cierto que de niños no tenemos experiencia de las cosas, pero eso no quiere decir que no tengamos todas las capacidades vitales para poder experimentar y percibir y sentir la vida. Venimos a este mundo con un poder de reflexión que no es racional. Es una reflexión que interactúa con la emoción y la vitalidad. En algunas ocasiones los niños declaran conclusiones que a los adultos nos hacen reir, pero si las escuchamos con más atención, podemos ver que hay una sabiduría en ellas, mucho más profunda de lo que podemos imaginar.  Desde niños fomentan en nosotros que el hecho de no "saber racionalmente" hace que no estemos capacitados para vivir. La sociedad y nuestros padres no confían en nosotros porque no confían en ellos. Nos dicen cuándo tenemos que comer, cuándo tenemos que dormir, cuándo tenemos que jugar y cuándo tenemos que ir al cole. Y no estoy hablando de que las normas no sean necesarias; estoy hablando del mensaje que subyace en ellas. No hay ninguna posibilidad de que algo se desarrolle en una vida tan mecanizada, tan poco natural. La verdad es que las normas no están reñidas con los mensajes de Ser capaces, ser únicos y a la vez ser uno. De hecho, si en nuestra sociedad esas normas estuvieran al servicio de estas ideas, las normas surgirían de forma natural en nosotros, no habría que imponerlas. 

Lo segundo que se perturba es nuestra identidad. Yo soy yo y lo de afuera no soy yo. Nos hemos pasado la vida separándonos de lo exterior con nuestras barreras y nuestros muros, porque todo el tiempo vemos lo exterior como el enemigo. Y esto es un conflicto enorme con el que no podemos ser felices ni por asomo. Lo de fuera es el enemigo y necesito al enemigo. Date cuenta de que no eres un ser independiente; nada en la naturaleza lo es. Eres interdependiente, y qué horrible depender de un enemigo. Tener miedo de lo que necesitas es la mejor forma para no vivir, porque aparece el intento de control: quiero controlar la vida y por eso me controlo, me robotizo, me contraigo; el sentimiento de soledad es abrumador. Soy YO CONTRA EL MUNDO, sin darme cuenta de que soy YO CONTRA MI.  El mayor miedo es el de la disolución en el todo; desde nuestro miedo virtual lo vemos como una muerte sin darnos cuenta de que es una ampliación de nuestra variación. No dejas de ser, sólo eres más ampliado. 

Lo tercero que se perturba es nuestra idea del exterior y de la realidad. Alguien me dice que el exterior es una mera imagen en mi interior   y que precisamente por este hecho, la realidad no es tal realidad, sólo es una forma de percibirlo. Ahí se nos caen todos los esquemas. Todo lo que nos han dicho sobre la realidad, nuestros valores, conceptos y creencias empiezan a desparramarse y a no tener consistencia. Nuestra reacción es la negación, es normal. Todo lo que hasta ahora hemos creído de la realidad se nos puede venir abajo, y precisamente como lo vivimos no de forma independiente sino unidos a esa realidad, la consecuencia última es que nosotros nos venimos abajo: nuestros valores sobre nosotros mismos, nuestros conceptos sobre lo que somos y nuestras creencias sobre quiénes somos. Esta es una demostración clara de que en nuestra percepción somos uno con lo que llamamos realidad exterior. No podemos extraernos del exterior: nuestra experiencia, nuestros conceptos y nuestra actitud vienen de ella, y a la vez, la tamizamos desde nuestro interior la moldeamos. Es un pez que se muerde la cola. 

Realmente que yo diga que estás conectado en este mismo instante, no tiene mucho valor. Sólo es una idea más con la que puedes estar de acuerdo o en desacuerdo. Sin embargo en nuestros grupos experimentamos una y otra vez que esa conexión está ahí. La experiencia de ello es fascinante y no suele dejar lugar a dudas. Sentir, hablar o conocer lo que estás representando sin que sea tuyo y a la vez es tuyo, nos da una vivencia de conexión con el otro. Puedes darle la explicación racional que quieras pero la evidencia de la conexión a un campo de información está ahí. Habitualmente las personas que participan en ello, a la hora de explicarlo no pueden hacerlo racionalmente. Una vez, un participante de un grupo me dijo: "Es como querer explicar la sensación que tienes cuando te tiras en paracaídas". No puedes, porque choca con los razonamientos lógicos.  

La experimentación de la conexión es lo importante; aunque sea un instante, un momento de darte cuenta de tu conexión; lo demás es pura palabra. A tu pregunta, sí; podemos conocer sobre cualquier persona, sólo es necesaria la dirección adecuada. Piensa en internet. Podemos llegar a cualquier página, aunque es necesario conocer su dirección o tener alguna referencia. En ocasiones suele ser más costoso porque no hay dirección y todo se confunde, ya que  es necesario tener en cuenta que para una persona, un hecho, una pregunta y una situación, no hay sólo un campo de información, sino múltiples; de forma que necesitamos estar seguros de cuál es el nivel de información al que queremos acceder.
Otro punto a tener en cuenta  es que según a  los niveles de información a los que accedemos estos  campos morfogenéticos  más que memoria son sueños del universo. Conectan con símbolos y con posibilidades. Con todo  esto quiero resaltar que a una pregunta determinada hay muchas respuestas, todas reales, todas acertadas desde el nivel de información que se conecta.  Y, en ocasiones, como preguntamos desde nuestro centro racional las podemos considerar no válidas.  

En este sentido, la experiencia nos muestra que  para que exista un nivel práctico de la información no influye tanto el arte de interpretar la respuesta, sino el arte de preguntar. 

Que la luz de tu corazón guíe tu camino.
Elenka