2 de mayo de 2011

LA TMV (TERAPIA MORFOGENETICA VIBRACIONAL)


 Más allá de lo que cada uno de nosotros es ahora y de lo que significa nuestra identidad personal, tenemos una memoria inconsciente que configura muchas de nuestras acciones, conflictos y bloqueos que condicionan nuestra vida.
Esta memoria viene dada por informaciones genético-energéticas de diversa naturaleza referidas siempre a nuestra pertenencia a grupos que comparten una misma información.
En mi camino como psicoterapeuta, me encontré con Constelaciones Familiares. Con esta técnica se ha demostrado hasta la saciedad que en nuestra memoria inconsciente llevamos las cargas de nuestra familia. Cuando a Bert Hellinger le preguntaron cómo era posible que Constelaciones funcionasen se limitó a contestar: “Por los campos morfogenéticas”.
Estas son las palabras claves. Durante más de 7 años en mi experiencia como facilitadora en Constelaciones Familiares he ido comprobando y experimentando lo que son los campos morfogéneticos. La familia es uno de ellos, pero a través de esa experiencia empecé a percibir que había otros campos de información que se desarrollaban en paralelo en el trabajo que estábamos realizando.

De una forma natural impulsada por la inquietud de conocer más empecé a experimentar con un grupo de personas que aceptaron y a las que les estoy profundamente agradecida, cómo podíamos llegar a esos otros campos de información que están en todos nosotros. Empezamos a trabajar con la memoria vibracional de nuestros átomos, de nuestras subpartículas,  enclavada profundamente en nuestro inconsciente y pudimos conectar con ella.

De esta manera, con curiosidad, ganas de experimentación y muchísima inquietud por llegar a la información,  dejándonos llevar por la experiencia y con la ilusión de unos niños que vislumbran un mundo vasto que hasta entonces parecía haber sido ignorado,  surgió la Terapia Morfogenética Vibracional.


Esta terapia ha surgido a través de la experiencia de la conexión con los campos morfogenéticos. Estos campos son redes no físicas de información, que se encuentran en todo el universo. Las redes y sus conexiones son complejas, y sin embargo, cada una de ellas es simple información almacenada. Para entenderlo, podríamos decir que es la memoria almacenada de todo el universo.
Estos campos mórficos llevan información, no energía, y son utilizables a través del espacio y del tiempo sin pérdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas que presentan algún tipo de organización inherente. “Rupert Sheldrake”.
Nosotros somos sistemas con una organización, y como tales, nuestros campos de información se desarrollan en nosotros y están conectados a otras redes. No existe ningún agente externo para que nuestro cuerpo sea como es, se desarrolla en consonancia a una información, ya existente, de nuestra especie, del entorno y de nuestro grupo familiar.
La Terapia Morfogenética ha supuesto para mi personalmente una fuerza conciliadora de la vida, el descubrimiento de pertenencia a algo libre, la constatación de que la información está dentro de cada uno de nosotros. Es una técnica revolucionaria, que nos lleva a una visión muy particular de la vida y de lo que somos, porque con su sencillez y eficacia desafía los conceptos racionales que tenemos tanto de nosotros mismos como de la vida y del universo.

La conexión es nuestro estado natural
                                

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